Si, el Pleno ha durado dos días. 9 horas, y eso teniendo en cuenta que no había muchos puntos de gestión, la tan cacareada eficacia del gobierno del Pacto Tapadera sus ganas de trabajar en entredicho. Sólo hay que ver los ordenes del día de la Junta de Gobierno Local todas las semanas para darnos cuenta de la cantidad de mentiras que se dijeron para justificar la moción de censura del Pacto por el Pastón ( como le gusta decir a mi compañero Pepe Blanco).
Lo primero que hay que destacar es que ahora si que hay debate en los plenos, como cuando antes de las elecciones mandaba Román. Ahora que estamos nosotros en la oposición hay una oposición responsable en Chiclana, que debate, pregunta e inquiere al gobierno sobre todos los aspectos de la gestión de la ciudad. Durante nuestro gobierno el Partido Socialista hacía más cosas moviendo a sus peones en la calle que en el Salón de Plenos y el debate político se resintió. No tenían argumentos para debatir y se dedicaban a intoxicar y soltar a los perros en la calle. En definitiva, son estilos diferentes.
Una cosa ha quedado clara, bueno varias, pero de principio una: los plenos por la tarde son un error y nos vamos a encontrar con que, cuando realmente trabaje el gobierno y lleve puntos de gestión al Pleno, estos pueden irse a las 10 o más horas. Es decir, no acabaran el mismo día que comiencen. Y otro detalle importante, se dijo que se cambiaban para posibilitar la participación ciudadana en los mismos. Falso. Solo desde que nosotros fuímos gobierno se permitió a los ciudadanos hablar y preguntar al gobierno al finalizar los plenos. Ahora si un ciudadano quiere hacerlo tendrá que estar hasta las doce de la noche esperando para hacerlo y, además, como en el caso del último pleno, si este se demora hasta el día siguiente, tendrá que acudir un día más tarde por la mañana para poder hacerlo, perdiendo dos jornadas para poder participar. Eso no es fomentar la participación ciudadana señora Polanco.
Después están las propias dificultades que se le generan a los medios de comunicación, que no pueden ( sobre todo los escritos) realizar una crónica en condiciones de los plenos, pues deben marcharse mucho antes de que estos finalicen para poder llegar a tiempo antes de cerrar sus ediciones. Y publicarlo dos días más tarde supone que la noticia pierda frescura e interés.
En cuanto al Pleno en sí. De nuevo Román vengándose de nosotros por haber rechazado un pacto de gobierno con él. Y se venga contraviniendo la ley y su propio criterio respecto a nuestro pase a los no inscritos. Él sabrá lo que hace. Después a ver que dice cuando tenga que aplicar la ley. Le exigiremos algo más que disculpas.
Del gobierno municipal. Pues que han perdido la frescura que les dió la moción de censura. Son ya tres meses y las cosas no les están saliendo bien y ellos lo saben. Se notan las tensiones internas y, sobre todo, que algunas se deben estar dando cuenta que no todo es color de rosa. Mariangeles se ha metido en un charco del que no va a poder salir. Lo ha apostado todo a un solo número y la ruleta está a punto de detenerse en otro diferente. Son las cosas de las apuestas arriesgadas, que se suelen perder casi siempre.
El gobierno ha bajado los brazos en cuanto a la defensa de los intereses de la ciudad. No van a pelear por ejemplo, por la Comisaria de la Policia Nacional. Ya no interesa. Ahora hay que tapar los incumplimientos de los compañeros de partido en Madrid y en la Junta. Vaya papelón el de la Polanco. Le endiñaron defender el punto por parte del gobierno y este otro error, uno más, que ha cometido en política. No era su guerra y, sin argumentos, se ha comido ante la opinión pública toda la responsabilidad por el hecho de que no va a venir la Policia Nacional a Chiclana.
Mucho humo y más mentiras todavía. Se vendió tanto humo que en algún momento temí ver aparecer por allí al cuerpo de bomberos alertado ante la columna del mismo que salia del Salón de Plenos de Chiclana. Cuanta demagogia y que poca elegancia. Poca elegancia porque nosotros cuando culminabamos en el gobierno una gestión iniciada por los anteriores, siempre lo decíamos. Ahora ni eso. Hay que ser elegantes y, sobre todo, justos. No se pierden votos por serlo.
De la otra. De mi amiga Nadine Fernández. Mejor ni hablar. Que nulidad llena de silencio. Ni cuando se le preguntó directamente fue capaz de hablar. En 9 horas de sesión, no es que no dijera ni mú, es que ni la m del mú. Que desgracia para Izquierda Unida. Es la apuesta de Ignacio, Diego y Manolo. Ellos sabrán. Eso si, a final de mes, los tres mil y pico pa la saca. La de Ubrique bien llena, que no están los tiempos para otra cosa por lo que parece. Dinero mucho, política nada. Que cómodo. De mayor mucha gente querrá ser Nadine Fernández. Yo no. Vaya ojo tuvimos, haré acto de constricción y edmienda. Son los problemas que provoca que la gente anteponga el dinero a la honestidad, a la lealtad y a la vergüenza política.
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