DIPUTACIÓN DE CÁDIZ O CORTIJO DE UNOS POCOS

¿ Realmente sirven para algo las diputaciones provinciales?.

Para el ciudadano medio de Chiclana que sólo espera ( y ya es mucho, visto lo visto) que les arreglen sus problemas y que la gestión de las administraciones públicas sea lo más limpia, transparente y eficaz posible, la respuesta a esta pregunta no será fácil viendo como se las gastan en nuestra Excma. Diputación Provincial de Cádiz.

Yo voy a ser muy claro y desde el principio. La Diputación de Cádiz no vale absolutamente para nada. Pero ni la de Cádiz ni ninguna otra. Soy de los que opinan dentro de Izquierda Unida que estas debían desaparecer y descentralizar sus grandes recursos económicos a los ayuntamientos, que son a los que realmente les hace falta esos recursos.

Pero no es que no sirvan per se, que creo que también, sino por la práctica habitual y diaria de la misma. Una administración pública no puede ser un cortijo de un partido político. Una administración pública no puede intentar maltratar y hundir a una ciudad porque sus compañeros de partido en esa localidad han perdido el poder en la misma. Y eso es lo que ha intentado hacer la Diputación Provincial de Cádiz y su Secretario Provincial, perdón, su Presidente, Francisco González Cabañas con la ciudad de Chiclana.

Paco Cabañas ha estado un año y medio intentando recuperar el gobierno de chiclana a toda costa para el partido socialista. A toda costa y a costa de lo que sea, incluso de hurtarle políticamente hasta 3 millones de euros en subvenciones a esta ciudad para dos actuaciones culturales. Actuaciones que, por cierto, planificaron sus compañeros, contrataron sus compañeros a la empresa menos adecuada (Climocubiertas, la famosa y presuntamente vinculada a los hermanos del Presidente Chaves) y no fueron capaces de terminar en plazo sus compañeros de partido.

La noticia aparecida hoy en los medios (pincha aquí)sobre la decisión del Ayuntamiento de nuestra localidad de retirar los dos recursos planteados ante los tribunales por una decisión injusta contra nuestra ciudad deja en evidencia varias cuestiones, que no por repetirlas más veces van a dejar de ser verdad o van a perder actualidad. Podeis ver nuestra web pinchando aqui.

La primera: el partido socialista no se para ante nada para conseguir sus intereses. Si tiene que comprar, compra voluntades; si tiene que vender, vende humo. Es el zoco provincial de los intereses personales.

La segunda: el partido socialista no siente vergüenza ninguna en usar las instituciones públicas donde gobiernan en beneficio único y exclusivo de su partido. No hay más que ver como usan la Junta de Andalucía, que merece capítulo aparte.

La tercera: para la Diputación Provincial de Cádiz y su Secretario Provincial, perdón Presidente, los chiclaneros no somos gaditanos, porque no nos ha tratado de la misma manera que a otros pueblos donde han tenido el mismo problema como Medina. Pero allí debe ser que son más gaditanos que nosotros, o será que son gente coherente y votan siempre disciplinadamente al PSOE de manera mayoritaria.

La cuarta: El Pacto Tapadera de Chiclana se ha confirmado como su propio nombre indica. Hay que tapar tanto la oscura e irregular gestión anterior del PSOE, como los restos de la cacería a la que han sometido a la ciudad de Chiclana durante nuestro paso por el gobierno municipal en este último año y poco, simplemente porque no nos plegamos a sus intereses.

La quinta: Las dos convidadas al Pacto Tapadera, Maria Angeles Polanco y Nadine Fernández se han convertido en dos sucursales más del partido socialista, en dos franquicias que actuan igual que sus jefes socialistas. Ni pian ni maullan cuando sucede algo tan grave como esto, simplemente ponen la mano a final de mes. A vivir que son dos días.

La sexta: El partido socialista le tiene pánico a que Paco Cabañas pierda estos dos pleitos, contenciosos que iba a perder y le tiene que evitar la vergüenza de verse vencido y tener que pedir disculpas a los chiclaneros.

No se, me está saliendo esto algo largo, pero es que el atropello y el escándalo es mayúsculo. No entiendo como la interposición de un contencioso para dirimir una diferencia de opinión entre dos administraciones puede "enturbiar" la relación entre ambas. Las administraciones públicas están para solucionar los problemas y colaborar entre ellas con lealtad. Lealtad que no ha existido en ningún momento por parte del partido socialista con Chiclana. Los gobernantes, en este caso nuestro alcalde más sus sucursales políticas, tienen que procupar lo mejor para Chiclana y lo mejor, en este asunto, no es dejar que Paco Cabañas se salga con la suya y no tenga que devolver esos tres millones de subvención que le debe a los chiclaneros. Vaya defensa del jefe provincial. Ni que fuera de su bolsillo el dinero...