Desde luego lo ocurrido este viernes en el salón de plenos de mi ciudad podría ser de todo, menos una sesión plenaria seria donde se debatiera de política y por el futuro de Chiclana. Y ahí meto a casi todo el mundo: un gobierno ( el del Pacto Tapadera) marrullero, perdido y sin ideas propias, que más bien viene a confirmar lo que ya muchos sabemos en Chiclana: es una auténtica unión de intereses personales de diverso tipo que le está haciendo mucho daño a la ciudad.
No hay derecho, de verdad que no, a que cuando las cosas se empezaban a hacer bien en algunas delegaciones importantes, se venga de nuevo al estilo antiguo y que ya rechazaron los ciudadanos con sus votos hace año y medio. Allá ellos. El problema es que nos va a afectar a los más de 77.000 chiclaneros y que se va a perder una oportunidad histórica de tener en esta ciudad otras formas de gobernar.
No es cuestión de personalizar, pero el desprecio casi absoluto a la verdad y al cumplimiento de los mínimos estándares de democracia participativa de este gobierno tapadera no tiene parangón, ni, sobre todo, comparación posible. ¿ Cómo puede un alcalde dictar resoluciones sin seguir las opiniones de los informes jurídicos de los técnicos municipales? Volvemos a las andadas y eso que decía Maria Angeles Polanco ( del PSA y ahora en el camino de vuelta al Romanismo) que este habia cambiado. Parece que ya no se acuerda de aquello del transfuguismo. Pues Nadine Fernández sigue siéndolo a pesar de que decía que en diciembre le iban a quitar esa etiqueta. Ha llegado diciembre y la sigue teniendo.
Nadine, hija, a lo hecho, pecho. Como bien sabes no hicimos nada malo en junio de 2007 cuando suscribimos el acuerdo con los otros tres partidos porque decías que a los corruptos del PSOE no había que dejarlos gobernar y mucho menos con el ex-Fuerza Nueva Román a la cabeza. Pero no voy a hablar de ella mucho en este post. Me da igual que se cabree o se enfade o amenace con mandarme a los tribunales. Ya le dedicaré un comentario especial sobre su actuación en el último pleno. No haré sangre, sólo contaré la verdad que vió todo el mundo el viernes.
De ese marrullero y gallinero que fué por momentos el pleno del viernes tampoco nos libramos los de la oposición municipal. De mí diré poco, sólo que me sentí avergonzado con algunas actitudes y sobre todo con el hecho de conocer determinadas cuestiones. Que sin ser excesivamente graves si me parece que están fuera de lugar. No diré ahora mismo mucho más, pero el tema de las dietas y los cargos a las cuentas públicas de determinados gastos tendrá que ser explicado públicamente por todo el mundo. Chiclana y los chiclaneros se lo merecen. Los políticos tenemos que dar ejemplo. No hay derecho a que unos y otros se echen los trastos a la cabeza cuando ambos han actuado de igual manera. No hay derecho.
No hay derecho, en definitiva, a que por tapar las alfombras de la corrupción tengamos este gobierno tapadera, sin recursos políticos, marrullero y con tan pocas luces. Tantas pocas luces, que por echar en cara una factura de menos de 8 euros por un taxi hasta la playa, hayan abierto la caja de Pandora que para algunos va a ser que se conozca cuanto, cuando y para qué han cobrado lo que han cobrado de las arcas municipales.
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