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CREE EL LADRÓN QUE TODOS SON DE SU CONDICIÓN

Cuando me lo han contado no me lo he creido y me he visto obligado a entrar en el blog de Jose María Román. La verdad es que como panfleto particular para las elecciones está bien, pero no es como este blog, que es personal además de político y que lleva ya casi dos años funcionando, no es un invento que va a desaparecer tras las elecciones ( pido disculpas por los períodos de ausencia, pero otras ocupaciones me lo han impedido).

El señor alcalde me dedica unas líneas en su blog. Lo sorprendente no es la critica política, sino que abiertamente me acusa de hacer algo... no sé... medio ilegal diría yo. Tampoco se ha atrevido a afirmar categóricamente que el documento que nos firmaron los vecinos de Monterrey ( del que hablaremos más adelante) no sea legal.

Y tampoco se apunta a la excusa que ponen ahora de que lo firmaron en blanco y nosotros lo rellenamos como nos dió la gana. No, Román, como siempre, tira la piedra y esconde la mano. O se esconde él totalmente, de cuerpo entero vamos. Malmete y desinforma a los vecinos para que no le exijan medidas de izquierdas y sociales en su gestión, cuando no utiliza otras tácticas menos democráticas. Si creyera lo que dice no se limitaría a insinuar o preguntar. Lo afirmaría, y ya hablaríamos en otro sitio seguramente.

Como no se atreve habla sobre el membrete (?) en el documento. Porque, claro está, el membrete es lo más importante de un documento. No su contenido. Pero en cualquier caso, ya se lo aclaro yo: el membrete y el texto, todo junto, estaban ya impresos en dicho documento antes de ser firmado. Y después habla de lodazal... si él es el rey del barro.

1 comentarios :: CREE EL LADRÓN QUE TODOS SON DE SU CONDICIÓN

  1. De verdad que admiro su capacidad de aguante. Yo he sufrido directamente y sin estar en política, el acoso, las difamaciones y demás mentiras vertidas sobre mi persona por parte de esta gente. No aguanté, tiré la toalla hace 6 años. Mi delito, tener un puesto de cierta responsabilidad en una empresa municipal y dedicarme a realizar escrupulosamente mi trabajo durante 16 años. Sin mover la colita ni reir las gracias a los que mandaban. No pude más, decidí cortar por lo sano y comenzar desde cero. Ahora me alegro de haber dado ese paso. Mi dignidad está por encima de todos ellos.
    Para el periodo que se avecina hasta las elecciones, le envió todo mi apoyo y mi deseo de que no le falten las fuerzas ni su capacidad de aguante. Intuyo que habrá una campaña muy sucia contra usted.